La líder opositora de Venezuela, María Corina Machado, denunció este sábado que el Gobierno de Nicolás Maduro detuvo a Gregorio Graterol, presidente del partido antichavista Primero Justicia (PJ) en el estado Falcón, al noroeste del país.

Machado calificó esta acción como una «represión desenfrenada», señalando que refleja la «profunda debilidad de la tiranía». La exdiputada describió a Graterol como un «gran amigo» comprometido con la democracia y la libertad de Venezuela.

A través de la red social X, Machado hizo un llamado a intensificar las presiones para lograr la «liberación inmediata de todos los presos políticos» en el país. Diversas organizaciones no gubernamentales y partidos opositores han señalado que la mayoría de los detenidos fueron apresados en el contexto de la crisis derivada de la controvertida reelección de Maduro en los comicios de julio.

Según Primero Justicia, Graterol fue detenido de manera «arbitraria» junto con otros dos hombres, Carlos Manuel Chiquito y José Rafael Granadillo, por «funcionarios del régimen de Nicolás Maduro».

Tres aviones sufrieron accidentes aéreos de distinta gravedad entre la noche del sábado y la mañana del domingo en diferentes partes del mundo. Los tres vuelos eran comerciales y operados por distintas aerolíneas, siendo solo uno de los accidentes mortal.

El primero de los incidentes ocurrió el domingo, cuando un avión de Jeju Air se estrelló al aterrizar en el aeropuerto de Muan, en el suroeste de Corea del Sur, tras provenir de Bangkok, Tailandia. A bordo viajaban 181 personas: seis miembros de la tripulación y 175 pasajeros, 173 de ellos surcoreanos y dos tailandeses. De todos ellos, 179 fallecieron. Según informaron los bomberos, 65 de las víctimas fueron identificadas, aunque las pruebas de ADN siguen en curso. Los dos sobrevivientes fueron los tripulantes, quienes fueron rescatados del avión en llamas poco después del aterrizaje de emergencia. Aunque las autoridades siguen investigando, se especula que la causa del siniestro pudo haber sido una colisión del Boeing 737-800 con un pájaro.

El sábado por la noche, el vuelo 2259 de Air Canada, operado por PAL Airlines, realizó un aterrizaje brusco en el aeropuerto de Halifax, en la provincia de Nueva Escocia, tras llegar desde San Juan de Terranova. Al tocar tierra, el avión derrapó en la pista y su parte izquierda se incendió. Una pasajera relató que el avión comenzó a inclinarse unos 20 grados hacia la izquierda y que, al oír un fuerte ruido, vio fuego en el lado izquierdo y humo saliendo por las ventanillas. Los pasajeros, que se estiman en unas 80 personas, fueron evacuados y trasladados a un hangar para evaluación médica, sin que se reportaran lesiones.

Por otro lado, esa misma noche, un vuelo de KLM entre Oslo y Ámsterdam realizó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Torp, en Sandefjord, al sur de la capital noruega. El Boeing 737 se salió de la pista después de aterrizar y se detuvo en una zona de hierba, sin que se reportaran heridos.