La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó este martes que se mantendrá «imparcial» respecto a la situación en Venezuela, tras las elecciones presidenciales de julio, que dieron como ganador a Nicolás Maduro, pero que han sido denunciadas como fraudulentas por la oposición. Es la primera vez que la mandataria izquierdista aborda la situación política en el país sudamericano desde que asumió el cargo el 1 de octubre.

Durante sus declaraciones, Sheinbaum no mencionó si su gobierno reconoce o no el triunfo de Maduro para un tercer mandato presidencial consecutivo.

Sheinbaum enfatizó que la política exterior de México está basada en el principio de respeto a la libre autodeterminación de los pueblos.

Al finalizar su mandato, el expresidente Andrés Manuel López Obrador había sostenido que esperaría a que se publicaran las actas de los comicios de julio antes de pronunciarse sobre la reelección de Maduro.

López Obrador, mentor y aliado de Sheinbaum, también criticó la postura de Estados Unidos y de la Organización de Estados Americanos, que cuestionaron la legitimidad de las elecciones.

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México, junto con Brasil y Colombia, buscó en su momento una mediación con Caracas, pero hasta la fecha no se han concretado acciones.

Por su parte, la oposición venezolana sostiene que el verdadero ganador de los comicios, con el 67% de los votos, es su candidato Edmundo González Urrutia, quien se encuentra exiliado en España desde el 8 de septiembre.

El primer ministro de Perú, Gustavo Adrianzén, reconoció este martes que el Gobierno está «evaluando» la posibilidad de ampliar el actual estado de emergencia que rige en varios distritos de Lima y Callao para enfrentar la inseguridad. Asimismo, señaló la posibilidad de ceder a las Fuerzas Armadas el control interno en estas zonas.

«Como resultado de los actos de violencia, hemos declarado el estado de emergencia en 14 distritos de Lima y Callao. Si no es suficiente, ampliaremos la declaratoria a otros distritos donde la inseguridad se intensifique de manera significativa», expresó Adrianzén.

El primer ministro detalló que, por el momento, la seguridad en las áreas bajo emergencia sigue bajo la responsabilidad de la Policía Nacional, mientras que las Fuerzas Armadas brindan apoyo. Sin embargo, aseguró que se continuará evaluando la situación para modificar este esquema de competencias si es necesario.

«No descartamos ningún escenario y estamos analizando tanto la ampliación del estado de emergencia como la redistribución de competencias», explicó. Aunque señaló que los resultados hasta ahora «son buenos», admitió que «no son los mejores» y que se debe seguir trabajando en ello.

«Estamos obteniendo resultados positivos, pero aún no son los óptimos que esperamos. Por ello, continuaremos fortaleciendo nuestras intervenciones conjuntas con la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas», agregó el primer ministro, según declaraciones recogidas por la emisora RPP.

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A finales de septiembre, el Gobierno de Perú declaró el estado de emergencia en varios distritos del país, principalmente en Lima y uno en Callao, por 60 días, tras una investigación exhaustiva destinada a combatir la inseguridad relacionada con delitos de extorsión contra empresas de transporte.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó el martes que su vicepresidenta, Kamala Harris, «seguirá su propio camino» si gana las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, asegurando que su enfoque será «fresco y novedoso».

«Todo presidente tiene que seguir su propio camino. Eso fue lo que hice. Fui leal a Barack Obama, pero como presidente tracé mi propio rumbo. Eso es lo que hará Kamala (Harris). Ha sido leal hasta ahora, pero seguirá su camino», declaró Biden.

Durante un acto de campaña en Pensilvania, el presidente sostuvo que «la perspectiva» de la candidata demócrata sobre los «problemas» de los estadounidenses será «fresca y novedosa», en contraste con la de su rival, Donald Trump, que describió como «vieja, fallida y, francamente, totalmente deshonesta».

Las declaraciones de Biden reflejan el delicado equilibrio que está intentando mantener en su campaña, apoyando a su vicepresidenta mientras le da espacio para distanciarse de su administración.