El centrocampista del Real Madrid, Eduardo Camavinga, se perdería lo que resta de la temporada, incluida la final de la Copa del Rey, tras sufrir una grave lesión muscular.

Según informó el club este jueves, el jugador francés presenta una rotura completa del tendón del aductor izquierdo, una dolencia que se produjo durante la victoria por 1-0 ante el Getafe en la Liga. Camavinga intentó continuar en el campo para evitar dejar a su equipo con diez hombres, ya que Ancelotti había agotado todos los cambios, pero finalmente tuvo que abandonar el terreno de juego entre evidentes gestos de dolor.

Aunque el parte médico oficial señala que el futbolista queda “pendiente de evolución”, su presencia en el tramo final de la temporada parece descartada.

El Real Madrid disputará la final de la Copa del Rey este sábado en Sevilla frente al Barcelona, y podría hacerlo sin dos piezas clave: además de Camavinga, David Alaba también sufrió molestias musculares el miércoles y, aunque no se ha emitido un parte médico concreto, se entrenó por separado este jueves.

Camavinga había ingresado precisamente por Alaba en el descanso del partido contra el Getafe.

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CEL

El Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI) ha solicitado la suspensión de todos los eventos deportivos programados para este sábado, día en que se celebrará el funeral del papa Francisco. La petición se suma a la declaración de cinco días de luto nacional por parte del gobierno italiano.

Además, el CONI instó a que se guarde un minuto de silencio en las competiciones deportivas que no puedan ser reprogramadas. El papa, fallecido el lunes a los 88 años, fue un apasionado del fútbol durante toda su vida.

Entre los eventos afectados por la solicitud figuran tres partidos de la Serie A, incluida la esperada cita entre el líder del campeonato, el Inter de Milán, y la Roma.

Aún no se ha confirmado si otros partidos de liga y copa previstos para esta semana también sufrirán modificaciones. Tras el fallecimiento del pontífice, ya se habían aplazado los encuentros del lunes, incluidos cuatro compromisos de la Serie A que fueron reprogramados para el miércoles. En Argentina, país natal del papa Francisco, también se suspendieron los partidos de fútbol.

Francisco, fallecido el lunes a los 88 años, no solo fue un apasionado del deporte, sino también un firme creyente en su poder para unir a las personas. «El fútbol es un deporte de equipo. No puedes divertirte solo», dijo en 2019 ante una multitud de jóvenes, futbolistas y entrenadores italianos en el Vaticano. “Si se vive así, puede tener un buen efecto sobre la mente y el corazón en una sociedad irritada por el subjetivismo”.

Como tantos niños argentinos, Jorge Mario Bergoglio creció con una pelota en los pies. Pasaba horas jugando en las veredas y en los ‘potreros’ polvorientos del barrio de Flores, en Buenos Aires. Él mismo reconocía que no tenía grandes habilidades futbolísticas y que sus amigos lo apodaban “de pies duros”.

A pesar de eso, el fútbol marcó su infancia y su corazón. Desde pequeño se hizo hincha del club San Lorenzo de Almagro, fundado por un sacerdote, Lorenzo Massa, en 1908. El equipo y sus seguidores, conocidos como ‘cuervos’ por la sotana negra de su fundador, conquistaron a Jorge con su vistoso estilo de juego, especialmente el plantel que ganó el torneo local en 1946, cuyos nombres recordaba hasta sus últimos días.

En 2014, un año después de su elección como Papa, San Lorenzo conquistó por primera vez la Copa Libertadores. El trofeo llegó hasta el Vaticano, llevado por dirigentes y jugadores del club. Como homenaje, la institución decidió que su futuro estadio lleve el nombre de su hincha más ilustre: el Papa Francisco, quien mantuvo activa su cuota como socio número 88.235 hasta el final de sus días.